Sobre mí


Me llamo Fernando Díaz, aunque por aquí me conocen como elsituacionista.

Soy un politólogo madrileño que vive en Barcelona. Mis queridos padres siempre me han dicho que no sé estarme callado, lo cual tiene mérito siendo hijo único. Supongo que por eso un día, en la prehistoria de internet, me abrí un blog. 

En la situación del espectáculo procuro escribir sobre análisis políticopobreza y exclusión social., así como sobre política internacional y temas relacionados con la política de África Subsahariana. Sobre estos temas antes escribía en mi otro blog, El Señor Kurtz, pero con la edad aprendes que tener los calcetines emparejados y ordenados en el cajón es mejor modo de vida que tenerlo todo revuelto. 

Mi trayectoria profesional, y los temas tratados en el blog, son fruto de los tiempos que me tocaron vivir. Me formé en Relaciones Internacionales y en África Subsahariana, también en cooperación internacional. Trabajé en Naciones Unidas y en diferentes ONGDs. Pero con la crisis de 2008, y el consiguiente fin de la financiación de la cooperación, tuve la suerte de caer en el sector de la Acción Social, que es lo mismo que la cooperación pero sin viajes intercontinentales.

Aún así, sigo ligado a los estudios africanos. En 2015, junto con varios amigos y amigas, fundé Africaye. Comenzamos siendo un blog colectivo donde 8 personas escribían sobre las diferentes realidades de África Subsahariana, y ya somos más de 30 personas escribiendo en el blog, dando cursos, charlas o escribiendo libros. Se nos ha ido de las manos todo esto.

A pesar de que siempre suspendía caligrafía en el colegio, he tenido la suerte de que algunas de las cosas que he escrito han acabado en papel. Por ejemplo, en el libro de Africaye Brújulas sobre África, donde escribo sobre democracias al sur del Sahara. Pero como en otra vida me dediqué al tema del agua y las relaciones internacionales, también participé en el libro colectivo El Derecho Humano al Agua, en el Informe de Naciones Unidas sobre los recursos hídricos en el mundo de 2009, o en alguna revista científica que circula por ahí. Aunque no sé si lo hice bien, porque mi abuelo siempre decía que no entendía lo que yo escribía. Y si el abuelo no lo entendía, los nietos íbamos apañaos.

Eva y yo somos padres de tres críos tan estupendos como inquietos. Por eso si me escribes un correo, un tuit o un mensaje interno por Instagram o LinkedIn quizás tarde más de lo socialmente aceptable en contestar. Pero si de la paternidad he aprendido algo es a tener paciencia. Eso y que las mañanas de los sábados comienzan a las 6:00 am.

Bienvenidos y bienvenidas al blog.