Mis cuatro mejores lecturas de 2024

 


Cada año desde hace unos cuantos, me animo a compartir por redes los cuatro mejores libros que he leído en los últimos 365 días. Son cuatro, sencillamente porque Twitter permitía compartir hasta 4 imágenes, y fue allí donde empecé a compartirlas. Ahora, por segundo año, ya no hago esto en X. Que Musk se busque los libros por su cuenta. Y no sé si en diciembre del 25 seguiremos haciéndolo en Instagram o si, para entonces, sólo nos quedará BlueSky y el blog. Sea como sea, aprovechamos el final de año para compartir los cuatro libros que más me han gustado, y convertir la lista en cinco añadiendo un libro diferente al resto.

1. No digues res, de Patrick Radden Keefe


El libro de Keefe sobre los troubles en Irlanda del Norte a partir de 1960 me ha parecido increíble. Es un ejercicio periodístico y casi etnográfico sobre la resistencia irlandesa. La visión de la lucha sin cuartel por la liberación nacional irlandesa, y la reunificación de la isla, pasa al dolor por el coste de la lucha armada y, en especial, por la traición política a quienes se entregaron a esa violencia. Y, aún así, eres capaz de comprender el sinsentido de tanta muerte y la necesidad de ponerle fin profundizando en las posibilidades políticas de resolución pacífica de la ocupación británica. 

Leer este No diguis res me animaba a leer más libros de Keefe. No me entusiasmé con el que tiene de crímenes varios, pero el que se ha publicado recientemente sobre la mafia china en Nueva York tiene muy buena pinta.


2. Terres mortes, de Núria Biendicho Giró


Vaya librazo se escribió Núria. No sólo es esa manera de Faulkner de explicarnos la historia en base al relato desde el punto de vista cada uno de sus personajes, ni ese relato de la brutalidad del ser humano, que también me ha recordado a Santuario. Es que, en conjunto, es una novela redonda, que no deja de removerte en ningún momento y que te tiene pegado a las páginas, manteniéndote en tensión hasta la última.


3. Yugoslavia, mi tierra, de Goran Vojnovic


Hay libros que te destrozan porque no es que hablen de una guerra, es que ellos mismos son la guerra.

La familia de Vladan, el protagonista, es la Yugoslavia de los 80. Esa que hoy todos tenemos mitificada y que, naturalmente, Vladan también tiene idealizada porque es en la que pasa su más pequeña infancia. Pero justo al iniciar la adolescencia la familia y el estado yugoslavo se desintegra, y él es víctima de esa desintegración, de esa desolación de quedarte sin casa porque se ha disuelto en otros intereses, porque se ha llevado con ella tus recuerdos, tu ciudad y, lo más importante, a tu padre, convertido en criminal de guerra, y a tu madre, convertida en un zombi que intenta sobrevivir desde la distancia.

Me ha gustado muchísimo esta novela de Vojnović. Me ha destrozado también. Me ha alucinado cómo, constantemente, la familia de Vladan conforma toda Yugoslavia, y cómo a medida que ese Estado se desintegra, también lo hace su familia.

Hay pasajes tremendos de reflexión sobre lo que es pasar por una guerra, aunque estés alejado del frente y no veas disparar ni una sola bala. Y los últimos capítulos, esos finales, te dejan sin habla. Tremendo libro.

La traducción de Simona Škrabec, por cierto, es un acierto. Especialmente esas notas finales que te ayudan a entender matices de la narración.


4. El banquete celestial, de Donald Ray Pollock


Qué novela tan buena. Cómo me lo he pasado de bien siguiendo la pista a todos estos personajes que ha creado Pollock, y qué bien se entremezclan sus historias.

Además de todo eso, una de las cosas que más me ha gustado es que no hay personaje sin historia. Como Vonnegut, parece que Pollock opina que todo el mundo es importante, así que dedica algunos párrafos a explicarte su historia y por qué ahora tiene ese estado de ánimo en particular.

Bonus track. El estado de la unión, de Nick Hornby


A ver, soy absolutamente culpable de estar loco por las novelas y guiones de Nick Hornby (es mi autor vivo favorito, ése del que quiero leer corriendo todo lo que saque), pero es que este El estado de la unión es fabuloso. Diálogos que van y vienen, reflexiones sobre qué es tener 40 años y estar en un matrimonio y con hijos. Y, sobre todo, dos personajes de los que no se olvidan. Porque son inteligentes, no se resignan, van a terapia y tienen un fantástico sentido del humor.

El libro es exactamente la primera temporada de la serie de HBO que lleva el mismo nombre y no sé cuál de las dos es mejor o se disfruta más. Quizás yo empezaría por el libro. Aún así, os dejo el trailer.


Foto de portada de Seven Shooter

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