
Hace ya mucho tiempo que quería abrir un blog exclusivamente dedicado a la fotografía. Ya comparto esta afición con los diacríticos de la diversidad, pero sentía la necesidad de realizarlo de manera individual y no colectiva. Para así no pensar "espero unos días a colgar esta foto, que ahora mismo en la portada de Diversidad tengo ya tres". Así, del uso surge el abuso. Y por eso abro un nuevo proyecto al que les invito a todos a participar, pues como siempre estas cosas se hacen para intercomunicarse, conocer gente y, de paso, que te digan que eres un tipo guay, o que haces buenas fotos, o que mira qué gracioso. Incluso se hace por el placer de discutir, tampoco lo vamos a negar.
Y la mayor preocupación a la hora de abrir el blog fotográfico era encontrar una plantilla adecuada a este tormento de blogger -y ya admito que los blogs de wordpress son mejores que los de blogger, pero que yo soy incapaz de abrir un blog en wordpress por mucho que lo he intentado. Y así, de trastear y trastear, surgió una plantilla, con la capacidad de subir una foto en un tamaño grande, o adaptado a las pantallas más comunes. Y todo lo demás ya fue coser y cantar.
Pero había que darle temática, o hacerlo tipo cajón de sastre. E iba a ser uno de esos sitios, donde se sube cualquier foto que pudiera resultar interesante a uno mismo hasta que la luz cegadora camino de Damasco me lo susurró al oído. Iba a ser un blog dedicado a Barcelona. La cosa tenía mérito, pues yo vivía en Zaragoza y mi cámara no tiene más que un zoom x10. Pero enfundando la vida en una maleta de cartón, me remangué la camisa, me ajusté el sombrero, y salí con los chorizos de la matanza en la otra mano, cual actor español de los años 60, para decir: "¡Está ciudad sí está hecha para mí!".
Sean todos y todas bienvenidos y bienvenidas a la Barcelona Situacionista. O lo que es lo mismo, un tipo con una cámara.
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