Tengo bien claro que nunca he sido muy del cómic. He llegado tarde para ver aquél cómic trasgresor de los 70 –demasiado joven-, aún más tarde para el cómic heroico de los años franquistas –quizás hasta mis padres lo fueron- y demasiado pronto para sentirme cómodo con el sentimiento gafapastero y llamar al cómic que viene encuadernado novela gráfica. Uno ha sido muy de Forges –genial, brillante- y del Mortadelo, del SuperLópez –interminables esperas en el dentista de la juventud- e incluso alguna vez del ZipiZape. Y al Manga lo he odiado siempre.
Cuando a mediados de este año me enteré de que salía una nueva edición de Maus sentí curiosidad por acercarme a este mundillo desconocido. La edición nueva, todo hay que decirlo, es muy similar a todo ese rollo gafapastero del que hablábamos antes. Con tapas duras, encuadernación de tipo piel y todas esas cosas que parecen querer decirte que estas ante algo importante en su mundillo. La razón de que fuera Maus y no otro es la trascendencia que ha tenido este cómic fuera del circuito habitual. [leer más]
Comentarios
Me tomo la libertad de recomendarte otro gran comic: Watchmen, de Gibbons y Alan Moore. Es un texto muy rico y complejo que revolucionó el mundo del comic, con muchas lecturas distintas, algunas de ellas políticas...
Gracias por la recomendación. Ya conocía Watchmen el único inconveniente para ponerme a leerlo ha sido el tamaño. Con lo grande y pesado que es hay que leerlo con atril. La edición nueva parece un atlas de geografía. Sin embargo me han hablado del argumento de cómo se desarrolla la historia. La verdad es que promete.
Un saludo.