Fue en las costas somalíes, esas del Índico, donde las fuerzas estadounidenses desplegaron la mayor campaña de intervencionismo humanitario armado de la Historia. Bajo la bandera de la ONU, pero con libertad de acción, los soldados norteamericanos fueron masacrados teniendo que abandonar el país a toda prisa y dejando a unos Señores de la Guerra profundamente bien armados y fuertes. La derrota norteamericana parecía traer consigo el establecimiento de un régimen neopatrimonial tan al uso en África Subsahariana, sin embargo lo que se reprodujo fue otro modelo africano: la división de los líderes a través del apoyo de diferentes países vecinos.
Etiopía y Eritrea apoyaron a unos u otros y el resto de Señores de la Guerra se limitaron a controlar las economías de sus territorios como podían y a hacer y deshacer alianzas entre ellos asegurándose la supervivencia y el autoabastecimiento. De esta manera, Somalia entró en una dinámica desde 1995 en la que el acuerdo político se hizo cada vez más imposible y la inexistencia de un Estado al uso impedía a los actores externos propiciar una solución al no estar ellos mismos capacitados para operar con un no-Estado. Tampoco se atrevían a operar con dos regiones de Somalia, Somaliland –autodeclarada independiente- y Puntland –autodeclarada región autónoma-, que, funcionando como Estados comunes carecían de reconocimiento internacional. Una situación enquistada, donde por supuesto la creación del Gobierno Provisional no ayudó a un acercamiento de posturas pues cada reunión de este Gobierno o del Parlamento Provisional –siempre en territorio no somalí- se ha saldado con desacuerdos e incluso peleas entre los propios diputados.
Con todo esto, la realidad ha sido que desde la misma Somalia se ha rechazado la situación creada por unos Señores de la Guerra profundamente divididos e incapaces de imponerse unos a otros. Desde los comerciantes somalíes se apoyó económicamente a al grupo que parecía tener las menores divisiones internas de toda Somalia. Y resultó ser el grupo de los Tribunales Islamistas. Éstos tomaron la capital, Mogadiscio, hace unos meses, devolviendo a Somalia a las imágenes de los telediarios occidentales. La fuerza real de estos Tribunales para hacerse con la victoria en esta guerra enquistada fue sobredimensionada por parte de los medios, sin embargo lo que sí se tenía claro desde Washington era que existía la posibilidad de provocar un efecto llamada en las poblaciones islámicas desencantadas y que éstas terminaran acudiendo a Somalia pretendiendo continuar la lucha que se lleva a cabo en Iraq, Afganistán y otras partes del mundo.
Además, la posibilidad de que esta fuerza creciera alertaba de un más que probable aumento de la capacidad organizativa del terrorismo internacional. No hay que olvidar que se cree que fue en territorio somalí desde donde se planearon y ejecutaron los atentados a las embajadas norteamericanas de Kenia y Tanzania.
Así pues, Etiopía acaba por intervenir en la conquista de Mogadiscio por parte de las fuerzas islamistas. Obviamente alentada por EEUU, quien también ha terminado por reconocer su implicación en, al menos, uno de los bombardeos que ha habido estos últimos días. Y no sólo eso. Se han reconocido soldados estadounidenses que, en terreno somalí, guían las operaciones aéreas de los etíopes. Esta es, por tanto, una operación que desde el Pentágono se toman muy en serio y quizá por eso no se han mostrado reticentes a la hora de admitir que su objetivo es el asesinato selectivo –o ejecución sin juicio, que es lo mismo- de Fazul Abdulla Mohammed, supuesto responsable de Al-Qaeda en la zona y supuesto experto en explosivos responsable de los atentados en Kenia y Tanzania de los que antes hablábamos. Por el momento los civiles muertos por el único ataque oficial de la aviación estadounidense son ya 50 entre los que aún no se sabe si está Fazul o no. Desde los títeres del Gobierno Provisional Somalí –que sólo se ponen de acuerdo a la hora de rendir pleitesía ante su Señor- se asegura que los ataques han logrado el objetivo establecido. “No más Fazul” leo en El País que ha dicho uno de sus miembros. Sin embargo el Pentágono no se atreve a confirmar la noticia, no se sabe si por miedo a una posible represalia o para justificar que continúe su ofensiva –más bien para esto último.
Cabe preguntarse qué está buscando EEUU en África tras tantos años de abandono. Si bien es cierto que, como en la mayor parte del planeta, en los países africanos también se tiende a demonizar a los norteamericanos cuando algo malo les ocurre y la culpa siempre es de Bush –o del que toque-, la realidad es que son las antiguas potencias coloniales –en especial Francia y el Reino Unido- las que realmente causan males directos en la política africana post Guerra Fría. EEUU no era más que una comparsa de los europeos en la región Subsahariana hasta que, en la reformulación de su política exterior tras el 11S, algún lumbrera de Washington decidió que los males del terrorismo internacional venían de la existencia de Estados Débiles o Frágiles –del racismo de esta teoría hablaremos en otro momento- y que la mayoría de éstos estaban al sur del Sahara. Anteriormente explicamos aquí la política antiterrorista de EEUU en la zona, por eso no vamos más que a comentar la novedad que esa política tiene tras el anuncio –precisamente ahora que bombardean Somalia- de la creación de un Mando Regional exclusivo para África llamado AFRICOM.
Aunque aún no tiene base física definida –se habla de Yibuti tras la negativa de Argelia- el AFRICOM se encargará de controlar los intereses norteamericanos exclusivamente en el continente africano –a excepción de Egipto, que seguirá dentro de la zona de Oriente Medio. Todos estos mandos regionales, dependientes del Pentágono, tienen un general del cuatro estrellas al frente y están constituidos para ser una fuerza de acción militar rápida en la zona en caso de ser necesaria, así como capacidad para responder ante situaciones de emergencia humanitaria –para continuar con la misión de vestir de cordero a cualquier ejército. Sin embargo el AFRICOM se va a diferenciar del resto en que junto a su director militar va a tener un director civil y una presencia de personal civil muy superior a lo acostumbrado, además de una función poco común en estos Mandos, la de reforzar las estructuras estatales.
Haciendo conjeturas que probablemente den en la diana cuando se confirme la estructura civil del AFRICOM, la razón que ha podido motivar la creación de este mando regional de tan escaso carácter militar, puede venir derivada de la fuerte competencia de China en el continente. No ha pasado mucho tiempo desde que el Gobierno Chino se ha sentado muy en serio a negociar con los responsables africanos la explotación de las materias primas del continente y desde que se afirmara –de manera escandalosamente absurda- que China le concedía a África una segunda oportunidad de Desarrollo –cuando es África la que está desarrollando a China.
Muy probablemente EEUU seguirá manteniendo su política de ocultación de fondos para la seguridad –su seguridad- tras el velo de la Cooperación para el Desarrollo y, además, como novedad volverá a introducir los criterios geoestratégicos de la Guerra Fría, pensando en asegurarse su abastecimiento de recursos alternativo al del Golfo Pérsico y en clara competencia con la China de la OMC.
¡Bienvenidos al reparto de África! ¡Bienvenidos al Congreso de Berlín!
Comentarios
Salud
Es hora de "desarrollar" África.
Un saludo.
Me gusta la plantilla pero tengo problemas para verlo, quizás por la resolución de pantalla, veo la barra lateral encima del cuerpo de las entradas, no sé si me explico.
En cuanto al tema, muy interesante tu análisis.
Un saludo.
Gracias por la advertencia... y la fidelidad.
Arreglado. Ahora sí, enhorabuena por la nueva plantilla.
Un abrazo.
Un saludo.