Okonkwo
es un gran guerrero, fue el luchador más conocido por entre los
poblados de su zona cuando era joven, tiene tres mujeres y un buen
almacén de ñames. Es un hombre de éxito. Un hombre respetado.
Comenzó de la nada, pidiendo prestados sus primeros ñames a un
hombre respetable, arando y cultivando, esforzándose más que el
resto. Tenía que salir adelante, porque su padre no le había dejado
nada en herencia más que el miedo al fracaso, el miedo a ser como
él. Con prudencia y esfuerzo, Okonkwo se ha hecho con varios títulos
de su comunidad y puede tener realistas aspiraciones de convertirse
en un gran hombre de su poblado, guardián del orden y de las normas
que heredaron de las generaciones anteriores. [Seguir leyendo sobre Todo se desmorona, de Chinua Achebe]
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