Seis sospechosos, de Vikas Swarup

Salir del trance del primer éxito es una prueba que no todo el mundo sabe soportar. Cuando tenía apenas 11 años saqué un 10 en matemáticas, una disciplina quetradicionalmente, si es que se puede hablar de tradiciones cuando uno tiene sólo 11 años, no había sido la mía. Quizás porque de repente le encontré la lógica, quizás porque alguien me lo supo explicar bien o porque los astros se alinearon de forma especial. Fuera lo que fuera, el 10 en matemáticas, el primero, causó una presión insoportable ante el siguiente examen. Que la siguiente nota fuera un 8 supuso un golpe duro. La nota era buena, mejor que la media de los anteriores exámenes, pero la caída del cajón de la perfección hizo que me supiera a polvo. En cualquier caso, la presión de mantenerse en la excelencia había caído y con esa libertad me pude dedicar a estudiar como siempre y olvidarme de los astros.

Así pues puedo comprender lo que ha tenido que ser la escritura de Seis sospechosos para Vikas Swarup. Este diplomático indio no tiene por profesión la novela. Es más una afición, muy compartida históricamente por los miembros de la carrera diplomática, que terminó por granjearle un éxito y notoriedad mundiales. Con su primera novela Slumdog Millonare o ¿Quién quiere ser millonario?, recibió todo tipo de elogios. El éxito de la película basada en la novela hizo que se multiplicaran sus ventas. Y ante ese 10, Swarup continuó escribiendo. [Seguir leyendo sobre Seis sospechosos, de Vikas Swarup]

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