Alta fidelidad, de Nick Hornby

Nick Honrby es uno de esos escritores con los que aún mantengo una deuda enorme. En realidad no soy el único. Todos aquellos quienes durante el final de los años 90 y el comienzo del siglo han pasado –o están pasando- el paso de la juventud –la veintena- a la madurez –pongamos que a partir de la treintena- son deudores de sus novelas, de sus historias. Ellas contribuyen a una mejor transición y a la carcajada inteligente –más que a la risa- de uno mismo. Lo cual es muy sano, ya les advierto.

La deuda que el_situacionista tiene con este autor británico es que nunca reseñó debidamente un libro suyo. Cierto es que dos de sus obras fueron reseñadas en un ejercicio de aquellos, tipo pastiche, que practicábamos antes en el blog. Pero aunque estuviera tan bien acompañado en la entrada por Thurber y por Carroll, Hornby se merecía un espacio mucho más grande. Fever Pitch era suficientemente entretenido como para que alguna vez me anime a leer la traducción –Fiebre en las gradas- y En picado nunca será lo suficientemente bien reseñada por este que suscribe, pues la mezcla de diversión, humor negro y realismo crudo y dulce excede enormemente mis capacidades. Eso sí, al menos lo regalo –e invito a regalarlo- cada vez que puedo. Es una apuesta segura. [Leer completo]

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Uno de mis escritores vivos favoritos. Empecé con Alta fidelidad, como casi todo el mundo, y he leído todo. Y coincido contigo en la "deuda" con Hornby. Especialmente en Alta Fidelidad, pero en general en toda su obra, la constante "como me río pero como le doy vueltas a la cabeza" es para mí su "marca de la casa", que junto con una calidad literaria importante, hacen de él un imprescindible.
Casi todo lo que escribe Hornby es de calidad. ¿Llegaste a ver la película An Education? La estrenaron el año pasado y cuenta con guión de él. Hasta esa historia -basada en un relato real- cuenta con su sello de marca.