El acto mismo de la lectura aísla al lector del resto del mundo e impide la comprensión de sus experiencias por parte de los demás. Es un acto tremendamente individualista que provoca la necesidad de compartir con los demás aquellos pensamientos que la lectura nos suscita. Generalmente, la necesidad de transmitir las sensaciones que acuñamos con una lectura se traducen en el impulso de regalar un libro. Provocar o incitar a sentir lo mismo que nosotros sentimos por un libro que leímos, o esperar que la persona reciba las mismas sensaciones que pensamos que nosotros tendríamos de haberlo leído. Por eso mismo existe este blog y tantos otros, por eso mismo existe la serie de Literatura antibelicista, por eso existe esta entrada o la serie que inaugura la misma, la de Autores Balcánicos. Y aunque sigamos pensando que debimos haber hecho justicia histórica y lanzar la serie con Un puente sobre el Drina de Ivo Andric, La Mano de la Buena Fortuna se disfruta tanto que nunca nos sentiremos avergonzados por que sea ella la que abra el camino. [leer completo]
¡Sois las cinco personas que conoceré en el infierno! Esta broma, incluida en el capitulo-película de Los Simpson provoca en quien se ría una doble sensación. Por un lado, entenderla es un acto de carcajada segura. Por otra, tras comprobar que nadie en la sala –o casi nadie- se ha reído con ella o ni siquiera la recuerda, la broma se convierte en la constatación de que uno ha leído más de lo que socialmente debería. De que los libros, esos fajos de páginas escritos por alguien, impiden muchas veces relacionarse con las personas, esos fajos de historias que no tienen por qué tener un sentido. Bueno, generalmente no lo tienen.
Comentarios
Es increíble, y me reitero lo sé, pero una es así, qué le vamos a hacer...es increíble, decía, la enternecedora dulzura que transmites al hablar de las letras, de sus autores, del papel...es maravilloso, maravilloso.
Bueno, pues nada, mañana iré a darle la lata un rato al de la librería...le diré que otra vez la culpa ha sido tuya!jajaja..
Biquiños!