En las Relaciones Internacionales lo más parecido que ha habido a un sorteo de vivienda de protección oficial fue el Congreso de Berlín de 1885. En él, las potencias europeas –y las no potencias- se repartieron el control sobre el continente africano y establecieron las normas de convivencia de los europeos en el mismo. Allí Bélgica se hizo oficialmente con el Congo y a nosotros, al Imperio Español, nos tocó en suerte un cacho de África al que dimos en llamar Guinea Ecuatorial. (leer más)
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