La canción de los 5$

Hace tiempo de Jazz, no me lo negarán Uds. La crisis es el momento alto de las grandes revelaciones artísticas. Pero como ahora el arte sólo se estima en cuanto a su valor, y las casas de subastas quiebran y no encuentran con qué financiar obras absurdas o no tan absurdas, pues habremos de recurrir al viejo arte de las canciones populares.

La canción de los cinco dólares no es otra que When the Saints go marching in. Asociada en mi infancia a varias películas de esas en blanco y negro, fue una melodía que siempre tarareé hasta que perdí la irracionalidad. Esta es una de esas canciones míticas del mundo del Jazz que sin embargo no nacieron en este ámbito. Fue en el hermano Gospel donde la melodía se hizo apreciada como himno de funerales. Sí, han leído bien, When the Saints go marching in es una marcha fúnebre con tremendas referencias en su letra original hacia el Apocalipsis.

En un vistazo a la letra vemos cómo quien la canta afirma que quiere ir con los santos el día que estos marchen. Hay referencias al eclipse de Sol y de Luna que habrá de llegar justo antes del juicio y, por supuesto, la trompeta del Arcángel Gabriel también es protagonista. Para tener una estructura repetitiva, dice muchas cosas ¿no creen?

La pieza fue arreglada por Louis Armstrong –todos en pie, por favor- en clave de Jazz, algo que, al parecer, enfureció y escandalizó a su hermana por tratarse de un himno religioso. Durante los años 30 del pasado siglo, el gran Louis se hartó de cantarla y cantarla con su divertida trompeta y pasó lo inevitable en la época. Todos se sumaron a la canción y contribuyeron a su difusión. Existen infinitas versiones de la canción. Tantas como veces se ha tocado, pues no es una pieza complicada de hacer propia. Tanto se popularizó que se cuenta que los músicos populares de Nueva Orleans que tocaban en los locales de la ciudad pedían un dólar por tocar una canción calificada de habitual, dos dólares por peticiones extraordinarias y cinco por tocar When the Saints go marching in por ser tantas las veces que se la pedían. Aquí mismo les ponemos la versión más formal de Louis Armstrong.




Pero además de Louis y además del Jazz, otros se han atrevido a arreglarla para el mundo del Rock n’ Roll. En un paseo por la web de videos podemos encontrar al mismísimo Boss cantando en grupo, a Jerry Lee Lewis con su piano durante una entrevista con la BBC, a JJ Johnson, a Pete Fountain –muy divertido juego con su batería-, o al propio Bill Haley quien, al frente de sus Comets, realizó una versión exenta de toda referencia religiosa para adaptarla definitivamente al Rock de la época.

Como ocurre con las canciones populares, se adopta como himno para cosas que no fue pensada. Cuando en 1966 se funda en Nueva Orleans, cuna del Jazz, el equipo de fútbol americano que competirá a nivel nacional, se le pone como apodo el sobrenombre de Saints, por lo que adoptan la canción como santo y seña del equipo. También el ejército del racista estado de Rhodesia, en el territorio de lo que ahora es Zimbabue, abrazó sus acordes como seña de identidad, pues eran conocidos como los santos.

En definitiva, aquí les dejo con otra versión del gran Louis Armstrong, poco ortodoxa pero bien divertida, que grabó para la película The Five Pennies junto con el gran humorista Danny Kaye. Digna de disfrutar en buena compañía y rica cerveza. ¿Quién se apunta? Pasen y pídanse lo que gusten.




Comentarios

pcbcarp ha dicho que…
Gracias, gracias. Te pongo un enlace porque este trabajo merece que mis clientes lo vean.
Anónimo ha dicho que…
¡Qué vivan las entradas que explican canciones! Que de eso sabemos un rato.

Cuando uno se encunetra con este tipo de canciones se da cuenta de lo mala que es la música en la actualidad. Si alguien revisa nuestros blogs, en propiedad única o multicompartida, encontrará un buen número de canciones con una historia detrás que evidencian cómo han traspasado sus partituras para enmarcar una época o dar sentido a una generación o lugar. Ya sea por este puñado de dólares, por el amor a Marlen o para acompañar la salida del Liverpol. No hay ni una sola canción que pueda competir con todas estas.

Entrada reto, canciones de los últimos diez años que puedan igualarse, en algún momento o en algún aspecto, a estas míticas.
pcbcarp, agradecido y emocionado. Lo tuyo es mío y ya sabes esas cosas... Abrazos.

Ottinger, esta canción es dificilmente igualable. De canto popular ha pasado a quedarse en mi cerebelo. La entrada reto es imposible, me temo. Este principio de siglo está huérfano en lo tocante a mitología cancionera. Un saludo.
pcbcarp ha dicho que…
La versión de Satchmo con Danny Kaye la ví yo en el cine Tívoli en mi infancia, fíjate tú. Luego, cuando se puso de moda la cosa de las guitarritas en misa, y se cantaba aquello de "hoy el Señor/ hoy el Señor, Resucitó /resucitó /y de la muerte nos salvó/ Alegría y paz hermaaanoos... etc. me extrañaba un huevo: ¿habrían visto la película?